La mayoría de nosotros pensamos en las hadas como pequeñas criaturas, que revolotean con sus alas, agitando una varita mágica, pero la historia de ellas se cuenta de una manera diferente.
Cuando la creencia en las hadas era común la mayoría de las personas no le gustaba hablar de ellas por su nombre.
Muchas explicaciones se han dado para una creencia en las hadas.
Algunos dicen que son como fantasmas, espíritus de los muertos, o fueron ángeles caídos, ni lo suficientemente malo para el infierno, ni lo suficientemente bueno para el cielo.
Hay cientos de diferentes tipos de hadas, algunas son criaturas diminutas, otras grotescas, algunas pueden volar, y todos pueden aparecer y desaparecer a voluntad de sus sentidos.
Las hadas más antiguas fueron registradas en Inglaterra por primera vez por el historiador Gervase de Tilbury en el siglo 13.
Luego de todo esto te preguntaras de
¿De dónde vienen las hadas?
Bueno, se dice que la mayoría de las hadas de la naturaleza son, quizás, los descendientes de los dioses y diosas precristianas o son los espíritus de los árboles y arroyos.
Aunque es importante mencionar que gran parte de la tradición que rodea a las hadas parece haber venido de los países europeos con las creencias celtas, como Inglaterra, Escocia, Irlanda, Alemania y los países nórdicos como Finlandia, Dinamarca y Suecia.
La primera mención registrada de hadas viene desde 1000 aC en la Ilíada, donde el poeta griego Homero escribió «hadas llorosos bailan en los anillos laberínticos». Muchas criaturas que aparecían en los antiguos mitos griegos, como sátiros, ninfas y Sileni también se consideraron las hadas.
A pesar de que la historia de las hadas se remonta a tantos años atrás la creencia en las hadas no se ha extinguido completamente. En una fecha un poco más reciente como 1962, una esposa de un agricultor contó que había perdido su camino en las Berkshire Downs y se puso en el camino correcto por un hombre pequeño de verde que apareció de repente a su lado y luego desapareció. ¿Era un hada?
Una mujer de vacaciones en Cornualles con su hija se encontró con un hombre verde pequeño. Estaban tan alarmados que corrieron para el ferry, les dio tanto frío y terror. Otro relato de un testigo a mediados del siglo 20. Donde muchas veces nuestras hijas hacemos viajes para viajar a un sitio paradisiaco donde creemos que las hadas pudieron estar hay!
Entonces nos preguntamos ¿Creemos en las hadas? ¿O son solo parte de nuestra imaginación?
